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Terapia de cuencos

Carolina Santizo, Cuencos Medicina

La terapia de cuencos es un masaje meditativo producido por la vibración y las ondas sonoras de estos misteriosos instrumentosDesde el linaje y método AtmaButi®, los cuencos que se utilizan para terapia son de aleación metálica hechos a mano, originarios de Nepal y escogidos en determinada frecuencia para sanar.

Este método
 lleva un  ORDEN y una manera, para tocar los cuencos, cada uno emitiendo una nota específica (lo que el mundo occidental nombró como -do-re-mi-fa -sol-la-si).  El maestro nepalí Suren Shrestha y su esposa Ruby resguardan los protocolos y técnicas que se practicaban desde tiempos antiguos por los pueblos originarios de Nepal, Tíbet, Dolpo y alrededores en los Himalayas. Hoy en día enseñan esta valiosa tradición mediante su escuela escuela
AtmaButi® en Nepal y USA, con la misma reverencia y respeto en que antes se trasmitía de generación en generación.

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Con el método AtmaButi se produce una figura, una geometría ORDENADA en el agua de nuestras células y tejidos, y asimismo en nuestro campo invisible, equilibrando nuestros sistemas y su funcionamiento de manera integral y no por separado. Ese patrón o figura ARMÓNICA corresponde al equilibrio o al orden NATURAL de la vida y también existe en todos los demás seres de la naturaleza. Las enfermedades o desequilibrios corresponden a geometrías disonantes o fuera del orden. Así entonces es que cuando nuestras aguas y tejidos densos retornan a su forma física natural, nuestro cuerpo recobra su PROPIA memoria y resiliencia para desintoxicar y sanar. La medicina siempre ha estado dentro nuestro. 

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Durante estas sesiones la mente se relaja y dejan de intervenir las creencias o patrones adoptados o heredados que tenemos respecto a la enfermedad o a la generación de pensamientos negativos. La terapia de cuencos en este Método regula los campos físico, emocional y espiritual de nuestro cuerpo, mientras la mente descansa. Al terminar y en los días siguientes, experimentas la capacidad regenerativa de tu cuerpo y la serenidad de tu mente. 

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“Todas las personas tienen una vibración que es distintiva de su salud y bienestar. Tal y como sucede con un instrumento musical que se desafina con el uso, nuestros cuerpos también pueden perder su armonía vibratoria. El estrés o el pesimismo crean bloqueos en el flujo saludable de energía, primero en nuestro campo energético alrededor de nuestro ser y luego en nuestro cuerpo físico.

El sonido y la vibración también se usan para afinarnos y volver a la salud; y una de las maneras más poderosas, desde nuestra tradición, es usar los cuencos cantores. Hay un profundo efecto saludable que se produce con la fuerza invisible de los cuencos combinada con la oración.” - - Suren Shrestha

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Los clientes de terapias de cuencos mejoran su memoria, claridad mental, vitalidad y calidad de sueño. Muchas personas sanan patologías crónicas o agudas y, en general, resuelven aspectos profundos que no pueden describir con palabras y que con el tiempo resumen en que finalmente se sienten bien, o que han encontrado un propósito significativo para sus vidas.

 

Hoy en día son más los doctores, enfermeras y terapeutas de distintas ramas de la ciencia occidental que aprenden y aplican el método AtmaButi para integrarlo a sus protocolos y tratamientos. 

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Carolina Santizo, Cuencos Medicina

De los cuencos de Carolina Santizo.

 

“Pasa. Descansa tu cuerpo sobre la cama. Respira y deja que el mundo desaparezca”. Quien habla es Carolina Santizo, amiga cuya sonrisa abandona, por tamaño y luz, su cara. Yo me siento mal. Visto ropa cómoda para la experiencia y cargo, en mi espalda, varios meses de ansiedad e incertidumbre. Estoy tieso, chueco, blando. Un par de días atrás, la misma Santizo me reconvino con cariño: “Necesitas ayuda; sabes que trabajo con los cuencos y su música, con sus propiedades curativas. Tú haces música. Prueba. ¿A qué le temes?”

    Paso y descanso mi cuerpo sobre una cama muy cómoda, en un ambiente que huele bien y que abraza mis dudas apaciguándolas. Sigo la voz de Carolina Santizo, quien me lleva con su mano invisible a cumplir una serie de instrucciones que sigo, sonámbulo. Cierro los ojos. De cualquier forma la presiento: se mueve sin pausa de un lado a otro de la cama, de mi silueta, acomodando los cuencos para que se cumpla el trato. 

    Los cuencos: hermosas aleaciones con la forma de una boca viva. De su centro profundo y ancestral surgen notas. Santizo acomoda este Tarot de bronce tonal, mientras su voz me duerme en la seguridad del cariño. Sé que va y viene, que pone y quita agua; que establece un ambiente en donde las sensaciones más agradables comienzan a conectar sus puertos. Es ahí donde inicia un viaje piel adentro, custodiado por instrumentos que estiran su voz a través de la frotación continua. Carolina Santizo me está afinando. 

    Descanso sobre una cama que ya no es cama. La gravedad ha muerto y una liviandad azul se adueña de mi peso. Suena el mundo, es decir el cuarto: lo que intuyo, lo que no puedo ver… lo que puede ser. Me relajo y un decir concreto me atraviesa como la flecha hermosa del silencio que habla. Una red va envolviéndome mientras tempera lo que se ha desajustado en mí. Carolina Santizo afina mis nervios con su arte. 

    Me voy. Los cuencos unen lo que está roto. Sueño. Hay una condición acuática en la escena; calma y murmullo. La cascada de mi propia vida deslizándose a través de una estampa que me gusta. Los cuencos son pequeñas catedrales que tocan sus campanas para celebrar un despertar diferente.

    No sé cuánto tiempo llevo bajo el influjo de una sensación superior. Carolina Santizo me despierta.

    Me siento completo y con una cualidad de aire que quiere acariciar árboles y calles. Sueno diferente. Estoy vivo. Ella, también.   

 

José María Arreola

Músico Escritor

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Los cuencos cantores de metal se elaboran a mano desde hace más de dos milenios en India, Tíbet y principalmente en Nepal. En el Valle de Katmandú, el clan Shakyamuni, que históricamente se dedica a este arte, todavía recita mantras mientras los elaboran, infundiéndolos de energía para sanar. Es el mismo método que se practicaba antes de los tiempos del Buda Shakyamuni. Utilizan fuego y torneado a mano para definirles artesanalmente una nota primordial con sus armónicos. Chainpur y Bhojur, cerca del pueblo Khandbari donde nació Suren Shrestha, y la región cerca de Katmandú, son los lugares principales donde se elaboran cuencos cantores y utensilios de cocina de aleación metálica. Actualmente los artesanos de Nepal se esfuerzan por mantener estas técnicas, a pesar de la producción a granel sin rituales que demandan las necesidades del mundo hoy en día, y la escuela AtmaButi sostiene una cadena comercial que promueve la continuidad de las tradiciones espirituales que aún se practican para elaborar cuencos en estas tierras. 

Carolina Santizo, Cuencos Medicina

Atma Buti 

Ceremonia de Luna llena

Elaboración e infusión de cuencos en luna llena de marzo 30, 2018

Suren Shrestha, nacido en el clan Newar, creció con cuencos que también se usaban para comer o cocinar. Cuenta que aunque era común ver campanas colgantes en varios templos, los cuencos no eran parte de la vida nepalí en hogares y estupas. Solamente en las casas de curanderos y sanadores específicos se practicaban métodos tradicionales para curar con cuencos, que se preservan por unos cuantos desde tiempos antiguos y que Suren aprendió. Junto con su esposa Ruby transmiten este conocimiento fielmente desde su tradición, con la esperanza de mantener en el tiempo esta medicina sonora, cada vez más comprobada y aceptada por la ciencia actual. 

Carolina Santizo, Cuencos Medicina

Hoy en día Carolina enseña este conocimiento en idioma español, de la misma manera en que sus maestros le enseñaron a ella, en el resguardo y compartir de la sabiduria ancestral de los pueblos originarios maya e himalaya para la salud y la armonía interior.

Carolina Santizo, Cuencos Medicina
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